Porque lo que parecía “flojo”, “informal” o “suelto”, resultó ser lo más adaptable, humano y creativo.
Guango no es débil. Guango es flexible. Guango no se rompe, evoluciona. Es nuestra forma de ver el diseño, la estrategia y el negocio: sin rigidez, sin fórmulas prefabricadas, sin miedo a probar.
En un mundo lleno de agencias que hacen “más de lo mismo” —copiar diseños de Pinterest, vender humo como estrategia, entregar sin alma ni propósito—, nació Guango como un grito creativo.
No fue un negocio planeado desde Excel, fue una necesidad: hacer diseño que funcione, que tenga cerebro, y que se sienta.
Lo que empezó como una agencia creativa, se convirtió en un grupo multidisciplinario de marcas que se alimentan entre sí.
Cada marca es una solución con identidad propia, pero con el mismo ADN Guango.
Creemos que:
Nuestro objetivo no es ser la agencia más grande.
Queremos ser el ecosistema creativo más influyente del mundo hispano, donde marcas, personas y proyectos encuentren soluciones reales con estética y estrategia.
Crecemos sin perder identidad. Innovamos sin perder humanidad.
Porque cuando lo guango se vuelve firme, las ideas se vuelven imparables.